Dr. Jaime Crisanto salvador
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COLESTEROL



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Mito 1: No sé qué es el colesterol, pero sé que es malo.
El colesterol no es malo. Es una grasa necesaria para el buen funcionamiento del organismo. Indispensable para la vida porque forma parte de las membranas de las células del cuerpo humano. También es la materia prima a partir de la cual nuestro organismo produce hormonas sexuales, esteroides y sales biliares necesarias para la digestión. La sangre lleva el colesterol a los órganos que lo necesitan mediante unas partículas llamadas lipoproteínas.
Entre otras, se distinguen las moléculas LDL o el colesterol “malo” y el HDL o el colesterol “bueno”. Pero tener niveles altos de colesterol LDL en la sangre es perjudicial porque se acumulan en las paredes de las arterias formando placas de ateroma (arteriosclerosis) lo que puede bloquear las arterias y producir un infarto o accidente cerebrovascular.
Mito 2: El colesterol no me preocupa, yo me encuentro bien.
Deberías controlarlo. Cuanto mayor es la cantidad de colesterol total en la sangre, mayor es el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los expertos aconsejan hacerse un análisis del colesterol cada año a partir de los 20 años. Si tu colesterol total está por encima de 200-250 mg/dl. y el colesterol LDL de 135-175 mg/dl es recomendable que hagas dieta y evites otros factores de riesgo cardiovascular como el tabaco, la obesidad o la hipertensión arterial. Si reúnes otros factores de riesgo es posible que te receten medicamentos para bajar el colesterol.
Mito 3: La dieta no es importante si tengo el colesterol alto.
Justamente junto al ejercicio físico regular, la dieta es el otro pilar en la prevención y tratamiento del colesterol elevado. Por eso los expertos recomiendan seguir una dieta variada, equilibrada y sana, baja en grasas saturadas y colesterol, rica en frutas y verduras, pescado (mejor azul) y cereales integrales.También se aconseja reducir los lácteos enteros, alcohol, fritos, carnes rojas, bollería y azúcares.
Mito 4: Cuando en la etiqueta pone que es bajo en colesterol es que el alimento es sano.
No siempre. Tienes que mirar que no contenga grasas saturadas, ya que su consumo favorece que el hígado produzca colesterol. Limita los alimentos ricos en este tipo de grasas saturadas como carnes, embutidos, leches, quesos, huevos, mantecas, vísceras o productos que lleven aceite vegetales como el de palma y de coco.
Mito 5: La grasa vegetal es baja en colesterol.
No todos los aceites de origen vegetal son bajos en colesterol. Los aceites de palma y de coco son altos en grasas saturadas. Son totalmente desaconsejables además los productos que contienen grasas trans, un tipo de lípido que no solo aumenta el colesterol malo LDL sino que además disminuye el colesterol bueno HDL.
Mito 6: Todos los aceites vegetales son malos para el colesterol.
No todos. Precisamente el aceite de oliva, el de soja, el de girasol y el de canola son saludables porque contienen grasas insaturadas. Las grasas del pescado, las famosas omega 3, son también beneficiosas porque disminuyen la producción de colesterol. Tienen efectos preventivos frente a la arteriosclerosis, el infarto de miocardio, y disminuyen la inflamación. Cuidado con las proporciones, ya que al ser altos en calorías pueden engordarte.
Mito 7: El aceite de oliva no es tan saludable.
No es cierto. Si que es verdad que al ser una grasa aporta muchas calorías, pero justamente su alto contenido en grasas monoinsaturadas lo que convierte al aceite de oliva en un alimento casi funcional ya que es bueno para las arterias. Los nutricionistas aconsejan tomar un máximo de 4 a 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra cada día, si no quieres ganar peso.
Mito 8: Los frutos secos son malos porque tienen grasa.
Precisamente una de las propiedades beneficiosas de los frutos secos es que aportan grasas saludables, los ácidos grasos monoinsaturados. Este tipo de grasas ayuda a bajar los índices altos de colesterol LDL. Estudios científicos como PREDIMED han demostrado que tomar un puñado de frutos secos reduce en un 30 por ciento el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria . Las nueces y las almendras son las que más protegen la salud cardiovascular por su contenido en grasa insaturada, minerales y nutrientes. Pero recuerda solo un puñado al día para no aumentar de libras.
Mito 9: Para bajar el colesterol solo puedo tomar pastillas.
Cuando existe hipercolesterolemia familiar es imprescindible. Pero no todos los casos de colesterol elevado necesitan la administración de estatinas, el medicamento más efectivo para tratarlo. Una alimentación saludable, que sea baja en grasas saturadas, grasas trans y colesterol, y alta en frutas, vegetales y productos a base de granos enteros es efectiva para controlar los niveles de colesterol y reducir así tu riesgo cardiovascular. Además de la práctica regular de ejercicio físico, ya que numerosos estudios científicos demuestran que hacer ejercicio ayuda a aumentar el colesterol-HDL (bueno).
Mito 10: Lo importante es tomar alimentos bajos en colesterol no cómo los cocino.
Todo es importante: no solo elegir alimentos bajos en colesterol sino también la forma de cocinar es muy importante. Es más saludable utilizar técnicas para cocinar los alimentos que requieren menos grasa como a la plancha o al horno en vez de freírlos o brasearlos. Y utilizar aceite de oliva virgen extra como fuente de grasa.




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Aterosclerosis:
La Aterosclerosis es considerada en la actualidad como una epidemia que se ha constituido en un problema de Salud Pública mundial. El padecimiento es tan antiguo como la humanidad, existiendo descripciones de placas aterosclerosas en momias egipcias, 500 años antes de Cristo.
La Aterosclerosis en los países desarrollados e industrializados es la principal causa de morbimortalidad. En efecto, Finlandia y los Estados Unidos de Norteamérica ocupan el primer lugar entre adultos jóvenes y varones de edad media.
Según la Oficina de Administración de Seguridad Social de los EEUU, la cardiopatía isquémica aterosclerosa coronaria, es la principal causa de invalidez laboral, lo que ocasiona millones de dólares de pérdida económica. La Comisión Norteamericana para investigaciones de las enfermedades del corazón señala, que un varón sano en los EEUU. tiene aproximadamente una probabilidad entre cinco, de desarrollar cardiopatía coronaria antes de los 60 años, principalmente en forma de infarto del miocardio.
De acuerdo con estudios realizados, el 25% de los que sufren una primera crisis isquémica cardíaca prematura, mueren dentro de las tres primeras horas del inicio de los síntomas; de los que sobreviven, un 10% muere en las primeras semanas después de la crisis y, las personas de mediana edad que logran recuperarse de ella, tienen disminuida la longevidad, con cinco veces más probabilidad de morir durante los cinco años siguientes, que las personas sin antecedentes de enfermedad coronaria.

Los estudios no demuestran que todos los hipolipemiantes reducen el riesgo de episodios cardiovasculares (ECV). En realidad, casi todos los estudios que muestran dicho beneficio se limitaron a las estatinas, que poseen otros efectos pleiotrópicos. Las dosis estándar de las estatinas de primera generación, como la simvastatina, reducen en forma notable los ECV y la mortalidad, pero no se demostró que esto se deba a la disminución de los valores del C-LDL o del punto de corte para iniciar el tratamiento.
Tal vez las estatinas reducen de forma notable los ECV por su efecto pleiotropico y no por la reducción del CLDL.
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La medición de triglicéridos entre 2 a 4 horas después de la ingestión de una comida sugiere que la investigación de una "prueba de tolerancia a los triglicéridos", análoga a la curva de tolerancia a la glucosa, podría ser un indicador potencial de un estado metabólico de mayor riesgo de eventos cardiovasculares.
El empleo de niveles de triglicéridos posprandiales en la evaluación del riesgo tiene varias ventajas potenciales para la práctica médica. La mayor parte del día transcurre en un estado que no es el de ayunas, dado que pueden pasar hasta 12 horas para que los triglicéridos retornen al nivel basal. Si los triglicéridos posprandiales son biológicamente activos en la aterogénesis, la medición de los niveles en ayunas puede dar una idea inadecuada del riesgo vascular. Los resultados de este estudio sugieren que los niveles posprandiales son indicadores más exactos del riesgo cardiovascular.
Además, el valor de los triglicéridos medidos entre 2 a 4 horas luego de la ingesta de una comida sugiere que es necesaria una "prueba de tolerancia a los triglicéridos" con el uso de una comida estandarizada, análoga a la curva de tolerancia a la glucosa, como un indicador potencial de un estado metabólico que predisponga a un mayor riesgo de eventos cardiovasculares.
Este estudio, señalan los expertos, puede tener importancia para el modelo y la conducción de estudios clínicos que evalúan los fármacos que reducen los niveles de triglicéridos. Hasta el momento, casi todos los estudios clínicos sobre agentes farmacológicos tienen como criterio de inclusión a los niveles de triglicéridos en ayunas. Sin embargo, si el nivel en el estado de ayunas no es el mejor marcador para evaluar la aterogenicidad asociada con la hipertrigliceridemia, es posible que esos estudios se hayan centralizado en la población equivocada. Por el contrario, algunos estudios previos han demostrado el beneficio de varias clases de drogas sobre los niveles elevados de triglicéridos posprandiales. De esta forma, y a partir de la información presentada en este trabajo, los criterios futuros de evaluación de estudios de reducción de triglicéridos podrían considerar la inclusión de participantes por los niveles de triglicéridos posprandiales, más que por los niveles en ayunas.
TRIGLICERIDOS POSPRANDIAL
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AVANCES RECIENTES EN EL ESTUDIO
DEL METABOLISMO DE HDL
Las HDL se sintetizan y secretan desde el hígado y
el intestino como partículas nacientes de pre-ß
HDL o HDL discoidales, formadas predominantemente
por apolipoproteína (apo) A-I y fosfolípidos.